Muchos hombres y mujeres viven la actividad sexual de forma mecánica, desconectados de su cuerpo y/o del cuerpo del otro. Siendo clave para aumentar su disfrute, conexión de pareja y capacidad de dar placer el comenzar a trabajar para desarrollar una sexualidad consciente; esto es, ser capaces de habitar el cuerpo y enfocarnos en nuestra sensibilidad, durante el acto sexual, para apagar el cerebro pensante.
¿Cómo se logra esto?
- Practicando diariamente la atención consciente en todo momento, para así lograr sincronizar cuerpo y mente en el mismo espacio y tiempo: en el aquí y el ahora. Para luego, transferir esta práctica de conciencia desde las actividades diarias a la intimidad sexual. Esta práctica es necesaria, ya que nuestra mente suele viajar constantemente al pasado y al futuro y en este movimiento se desalínea del cuerpo que sólo vive en el presente y que, a diferencia de la mente, no puede atravesar la temporalidad como ésta lo hace, produciéndose una desconexión que puede dar pie a trastornos sexuales y trastornos psicosomáticos. En este sentido si durante la actividad sexual, nuestra mente está divagando en un sinfín de pensamientos en vez de estar enfocada en el presente a través del cuerpo, no alcanzaremos a tomar suficiente consciencia de nuestras sensaciones y por lo tanto se dificultará el experimentar excitación y placer, afectando nuestro disfrute y capacidad orgásmica.
- Un segundo paso es eliminar la presión al coito y al orgasmo de nuestras interacciones eróticas, ya que al poner en el horizonte la “máxima” de que todo beso o caricia debe dirigirte a la penetración y que toda penetración o caricia debe terminar en un orgasmo, hace que nuestra mente se separe de nuestro cuerpo, al dirigir la atención hacia resultados futuros y no estar centrada en el proceso presente. La práctica de una sexualidad consciente implica que seamos capaces de soltar metas y centrarnos en la tarea de percibir a través de todos los sentidos las sensaciones de dar y recibir placer.
- Un tercer paso de utilidad es explorar con qué elementos se activan mi respuesta sensual, (qué imágenes, texturas, gustos, olores, sonidos, etc. activan mis 5 sentidos) y me conectan con el presente y con el cuerpo. y me ayudan a sentirme más conectado, relajado y presente. De manera de crear un rincón y un tiempo diario para dedicarte a conectar con tu sensualidad, a modo de una práctica de minfullness pro erótica.
- Finalmente, les recomiendo la práctica semanal (idealmente dos veces por semana) de citas sensuales (basadas en ejercicios de sensibilización sistemática). Consistentes en sesiones de caricias por turnos (por todo el cuerpo y sin centrarse exclusivamente en el área genital) de manera que uno de los integrantes de la pareja da las caricias y otro las recibe. El objetivo de la actividad es enfocarse en la experiencia de dar placer y recibirlo, conectar, relajarse (y no de excitarse o excitar) sin que la mente esté vagando en preocupaciones o adelantándose a la realidad presente.