Muchas personas necesitan sentirse emocionalmente conectados para desear mantener relaciones sexuales con su pareja. Otras sienten que la sexualidad es la puerta de entrada para sentirse cercanos y conectados con la pareja y volverse más cariñosos. Diferencias que pueden exacerbarse con el tiempo y dar pie a conflictos y mayores distanciamientos que cada quien intenta resolver de diferente manera: uno pidiendo sexo y el otro reclamando atención. Si bien ambos anhelan lo mismo: mayor cercanía e intimidad; el problema es que el enfoque para solucionar el problema es antagónico. De modo que lo que debiese ser la cura, termina por avivar el problema y malinterpretar los intentos de cercanía del otro como un acto egoísta o cruel del tipo “me rechaza, me siento presionado, me ignora, no le importo, me quiere controlar, me usa, etc.”
Entonces ¿qué podemos hacer para comenzar a trabajar como un equipo en pro de la cercanía y la conexión?
- Tener en cuenta el deseo de cercanía es mutuo (pese a que la estrategia sea distinta). Y hablarlo abiertamente de un modo positivo sin caer en el victimismo ni las recriminaciones.
- Hacernos conscientes que lo que ha hecho cada quién han sido intentos de conexión porque te ama y no quiere que siga aumentando la distancia, para dejar de verlos como gestos que tienen una motivación egoísta.
- Ser consciente de que la cercanía efectiva dependerá de nuestra capacidad para negociar las necesidades de ambos y no del imponer mi modo o adaptarme al modo del otro como solución única y adecuada. Ambos tendrán que decidir conscientemente incorporar un poco de la forma de su pareja para satisfacer al otro y viceversa.
- Hacer un listado de los gestos que me harían sentir amado y valorado (no eróticos y sexuales) Luego intercambiarla, conversarla y comenzar un proceso de negociación del tipo “me comprometo a” sin ridiculizar las necesidades del otro ni cerrarse a ellas.
- Abrirse a comprender que son distintos y sus necesidades son diferentes y que ello no tiene porque ser un impedimento para ser felices como parejas, siempre y cuando ambos practiquen la flexibilidad, cooperación y empatía.
- Evitar tener una postura radical del tipo todo o nada. Para recobrar la conexión y la cercanía tenemos que ser conscientes que será un proceso paulatino donde el cumplir los compromisos adquiridos será fundamental para volver a creer en el otro y desde la confianza adquirida aumentar la cercanía, armonía y disposición de dar y recibir lo que cada quien necesita para mantenerla.