Las decisiones solemos tomarlas a partir de dos factores: inspiración o desesperación. Las primeras son guiadas desde tu alma, las segundas desde la mente.
Las decisiones tomadas desde tu ser esencial se caracterizan por que te hacen sentir expansivo, fluido, liviano y seguro. En cambio las tomadas desde la desesperación, te hacen sentir forzado, incómodo contraído y/o abrumado.
Guiarnos desde nuestra alma nos cuesta, ya que se nos ha educado para escuchar nuestra mente y guiamos por la lógica, lo debido, lo razonable, lo “normal” etc. Entonces ¿Cómo comenzar a confiar más en nuestra intuición y decidir desde nuestro corazón? Aquí algunas ideas de cómo hacerlo:
- Acepta que no eres capaz de controlar el futuro.
- En lugar de centrarte en lo que podría ir mal, céntrate en lo que podría ir bien.
- Ve los problemas como nuevas oportunidades.
- Actúa sobre la creencia de que la vida es mejor gracias al cambio, no de lo inmutable, por mucha seguridad que esto otorgue.
- Cambia todo lo que no puedes aceptar y acepta todo lo que no puedes cambiar.
- Deja ir lo que ya no te sirve, no te aporta o no te hace bien.
- Busca en tu interior para encontrar respuestas, no en los demás.
- Comprende que viaje es la verdadera recompensa, no la meta.
- Confía que los puntos se conectan hacia atrás, no te detengas ni dudes.
- Se consciente de que detrás de los grandes descubrimientos, hay un soñador y muchos incrédulos.